Isabel Viña, médico, sobre cómo reducir los ataques de migraña: "La coenzima Q10 y la vitamina B2 pueden ayudar"

Reducir la frecuencia y la intensidad de las migrañas es una prioridad para millones de personas que conviven con este problema neurológico. La médico especialista en salud integrativa Isabel Viña ha compartido un vídeo reciente explicando cuáles son, en su opinión, los complementos que pueden marcar la diferencia cuando se trata de aliviar este tipo de dolencias. Aunque cada caso es distinto y siempre conviene un seguimiento personalizado, la doctora apunta a varios suplementos con base científica que podrían ayudar a mejorar el bienestar de quienes sufren ataques recurrentes.

Su explicación arranca con una reflexión sobre las causas más frecuentes de la migraña. “Aunque hay múltiples alteraciones que la provocan, las tres predominantes son la disfunción mitocondrial, la hiperexcitabilidad neuronal y los problemas en el equilibrio entre contracción y vasodilatación de las arterias cerebrales”, señala.

Las mitocondrias, responsables de generar energía en nuestras células, juegan un papel clave. Si estas “fábricas energéticas” no funcionan bien, especialmente en las neuronas, se puede desencadenar una cadena de efectos que facilite el inicio de una crisis migrañosa. A esto se le suma una actividad excesiva en ciertos receptores del sistema nervioso, como los NMDA, y una alteración en el flujo sanguíneo cerebral que impide que las arterias se dilaten y contraigan con normalidad.

Ante este panorama, ¿puede ayudar la nutrición y la suplementación? Viña no tiene dudas. “Obviamente, influye el estilo de vida, pero en cuanto a complementos alimenticios, quizá lo más recomendable sería el magnesio, especialmente uno altamente biodisponible como el bisglicinato, el malato o el taurato”, asegura. Este mineral, fundamental para la salud del sistema nervioso, contribuye a estabilizar la actividad neuronal y a relajar los vasos sanguíneos, dos factores clave en la prevención de ataques.

Otro de los ingredientes que destaca la especialista es la palmitoiletanolamida (PEA), una molécula natural derivada de los ácidos grasos. Según explica, “actúa sobre todo de manera preferente en las terminaciones nerviosas, tanto periféricas como centrales, reduciendo los ataques de migraña”. La dosis habitual se sitúa entre los 500 y 1.000 miligramos al día.

Además, subraya la importancia de otros dos nutrientes que han demostrado beneficios en estudios clínicos: la coenzima Q10 y la vitamina B2. “La coenzima Q10 puede ayudar y la vitamina B2 también”, afirma Viña. Ambas intervienen en el metabolismo energético celular y en la protección del tejido neuronal frente al estrés oxidativo, lo que podría traducirse en menos episodios y de menor intensidad.

Eso sí, no se trata de tomarlo todo sin criterio. “¿Son necesarios todos? No, pero una combinación de dos o tres, sobre todo si las migrañas son muy frecuentes, puede ayudaros”, explica, siempre recordando que cada organismo responde de forma distinta y que estos suplementos deben considerarse parte de una estrategia global, no como una solución aislada.